A los 70, el autor de “Cómo te extraño, mi
amor”, que mañana llega por primera vez al festival cordobés, habla de
folclore.
Leonardo Favio, Olga Guillot, Café Tacuba, María Marta Serra
Lima, Ramón Ayala, Néstor en bloque, Damas Gratis, Los Manseros Santiagueños...
Y una lista de intérpretes que supera el millar. Todos ellos, en algún momento,
grabaron un tema de Leo Dan. El autor nacido en Atamisqui (Santiago del Estero)
comenzó cantando folclore y luego se volcó a las baladas populares en los ‘60.
En esos años, grabó el disco Cómo te extraño mi amor.
A partir de ese momento, no dejó de vender copias durante la
ascendente “ola juvenil” de intérpretes, que tenía a Palito Ortega como otro de
los exponentes. Grabó películas, participó en televisión, se mudó primero a
México y luego a la Miami, donde vive desde hace 20 años. Algunas de sus
canciones más populares son, además de la del disco, Pídeme la luna, Más que un
loco, Te he prometido y Libre, solterito y sin nadie. El dice que tiene unas
dos mil registradas, pero no sabe con certeza; hay canciones de los más
diversos géneros: folclore, cumbia, tango, vallenato y rancheras, grabadas en
idiomas tan ajenos como el alemán y japonés.
Ahora, a los 70 años y con medio siglo de carrera, el hombre
que dice que es capaz de hacer una canción en dos minutos llega a Cosquín por
primera vez en su vida. Dará un concierto el lunes con obras de folclore y
otras de su carrera como baladista. Dice que le hubiese gustado dedicarse a la
música de raíz, pero que “el negocio estaba en otro lado”.
Alguna vez, Mercedes Sosa dijo que le daba miedo el
escenario de Cosquín. ¿Cómo se siente con su primera vez en el festival?
Yo he compuesto canciones con Sixto Palavecino, “Cachilo”
(Juan Antonio) Díaz y Carlos Carabajal. Entiendo bastante de folclore y me
hubiese gustado hacer una carrera en ese género. Pero, tú sabes, el negocio
estaba en la balada. Y allí fui. Si te fijas en mis canciones, verás que son
chacareras con ritmo de balada. No tengo miedo de cantar en Cosquín. Si me
piden un repertorio folclórico, puedo hacer 20 chacareras seguidas y todas de
mi autoría. El público cantó y bailó mis canciones desde siempre.
¿Cuánto duró su carrera como folclorista?
Muy poco, desde los 14 a los 18 o 20 años. A finales de los
50, nacieron Los Teen Tops, con Enrique Guzmán, que fueron pioneros en el rock
and roll en español. Ahí comencé a cambiar las guitarras criollas por las
eléctricas. Pero tengo varios discos de folclore. Grabé un LP con Los Manseros
Santiagueños. Hace dos años saqué Aires de zamba y ahora estoy preparando otro
disco de folclore.
¿Es cierto que llegó a componer una canción en el estudio y
a los pocos minutos ya la estaba grabando?
Sí, hacer una canción me lleva el mismo tiempo que dura: dos
o tres minutos. Hice canciones en el estudio y las registré inmediatamente.
Hace unos días compuse un chamamé, pero lo tengo que perfeccionar. Se parecía a
otro que ya había hecho. O le puedo cambiar el título y pasa como original (se
ríe).
Usted tiene varios, así que es palabra autorizada para
responder. ¿Qué hace que una canción sea un hit?
Si yo supiera… (lo repite dos veces). Depende mucho de la
época y del intérprete, más que del compositor. Lo que es diferente, a la
larga, pega en la gente. Claro que tiene que estar bien hecha. Fijate en “El
baile del caballo”. Es algo original. Si alguien hace ahora el baile de la
yegua, seguro que no pega (lanza otra risotada y chupa un mate dulce).
Jugando al “Qué hubiese pasado si…” ¿Cómo sería hoy su
carrera si seguía con el folclore?
Sería El Chaqueño Palavecino, pero un poco más bajito.
Fuente: clarin.com