martes, 26 de agosto de 2014

La película “La mirada de Huguito”, triunfadora en la séptima edición del Festival Internacional de Cine y Video de Derechos Humanos

La película La mirada de Huguito, del cineasta santiagueño Pablo Argañaraz, logró triunfar en la séptima edición del Festival Internacional de Cine y Video de Derechos Humanos, en el que se proyectaron más de un centenar de films, con gran respuesta por parte del público. En la última jornada, y en medio de una gran expectativa, más de 10 mil personas asistieron a la proyección y consagración de La mirada de Huguito, una película de clara temática social, en la que se refleja la extrema pobreza en la que vive una amplia franja de la población santiagueña.

El protagonista principal de la película que resultó consagrada es Daniel Ibarra (que es, precisamente, “Huguito”), un niño que vive junto a su padre en el humilde barrio Don Bosco y que diariamente levanta escombros y materiales de construcción para arrojarlos a la ribera del río Dulce. El film santiagueño participó recientemente en un festival internacional realizado en España y en muestras cinéfilas nacionales y se estudia la posibilidad de presentarlo el próximo año en el 21º Festival de Cine de Mar del Plata.


Durante el Festival de Cine y Video de Derechos Humanos realizado en la capital santiagueña (el encuentro se desarrolló en el teatro 25 de Mayo de esa ciudad), se proyectaron, entre otras películas, Chagas, un mal escondido, Prisiones, Migraciones, Memoria y dictadura, Mujeres y América latina, pueblos en movimiento. Por su parte, Santiago del Estero también participó en el festival con Mocase, película que refleja la lucha surgida a partir de la problemática de los campesinos santiagueños que son despojados de sus tierras. www.pagina12.com.ar/

jueves, 14 de agosto de 2014

Más que chacarera, bombo y sal

A pesar de estar identificado con la chacharera festiva de Santiago del Estero, Horacio Banegas nunca se consideró un artista festivalero, porque definitivamente no lo es. Y los que fueron a escucharlo la noche del viernes 8 de agosto, en su primera vez en Salta en el Teatro del Huerto, posiblemente notaron la diferencia. Bararbino Quinteto, abrió con media hora de una propuesta de fusión consistente, luego Banegas y su banda, con dos horas de espectáculo de música y danza.
Su entrega al público salteño fue un concierto singular, dos horas de lograda musicalidad asociada a la danza estilizada para recorrer, más allá de los colores y la forma del género, sus orígenes y sentimiento por la tierra. Por supuesto, además de cumplir con su objetivo de fusionar y graficar la polirrítmia de la chacarera, con un repertorio no exento de compromiso artístico.

Para lo que su noche sea plena en contenido, Banegas en guitarra y voz, desojó cada uno de los temas de "El color de la chacarera", con al fundamental apoyo musical de Cristian "Mono" Banegas en voz, bajo, arreglos y dirección musical, Enzo "Jana" Banegas, voz y guitarra eléctrica y Walter Costas en batería y bombo legüero.

Entre tema y tema para sustentar el vuelo de su espectáculo el toque sensitivo visual vino de la mano de los bailarines Emilce Marcolongo y Néstor Ariel Pastorive. Como en el contenido del DVD, la primera parte fue con sus “impresiones” y segunda con “expresiones” con invitados locales, que según él, donde toca le sirve para encontrar un ida y vuelta con las expresiones del lugar.

En ese segmento final, quizás la más “festivalera” de su concierto por la elección de los temas más trillados de nuestro repertorio, subieron a tocar y cantar con Banegas y su banda, con notorios altibajos en los aportes, “Son Ellas” Los Huayra, Gaby Morales y Fede Maldonado. Salvando este detalle final, Banegas pisó fuerte por primera vez un escenario teatral de Salta con una chacarera de estilo depurado, mucho más que bombo, tierra y sal.

La gente quiere fiesta no festivales…”, dijo Banegas en Salta respecto a la controversia sobre la movida festivalera, cuando Nuevo Diario lo entrevistó previo a este concierto.
Bastó que le preguntemos que opina de la movida festivalera para obtener respuestas contundentes.

La gente no está preparada como para escuchar a ciertos monstruos de la música como Dino Saluzzi, con la tremenda musicalidad que tiene, con lo respetado que es en el mundo y es una pena que no se lo pueda disfrutar en un festival, que la gente no aprenda a callarse y escuchar sentadito un concierto de Saluzzi y otros”, sostuvo.

Yo no puedo entender que el Chango Spasiuk, Saluzzi o el Chango Farías Gómez y otros grandes, no puedan tener un espacio en los festivales…”, criticó. “Yo tampoco tengo esa misión de enfiestar a nadie con lo que hago. Yo hago música, salgo a hacer música, la música que considero que debo hacer. Luego el público me acepta o me rechaza. Luego si no estoy en los festivales listo, no estoy y punto. No es un asunto de vida o muerte”.


Los festivales son hoy un lugar donde la gente va a tomar algo, a bailar, no a escuchar. No le importa quién esté. Salvo raras excepciones. La mayoría de la gente, los jóvenes solo quieren bailar, tomar y divertirse”, consideró. “Es una pena que no se disfrute de ciertos artistas o que no tengan un espacio ahí, porque son artistas valiosos”, opinó. Fuente: calchaquimix.com.ar