jueves, 14 de mayo de 2015

Los Carabajal le cantaran al papa


Los Carabajal ya tienen lista la canción dedicada al papa Francisco y "Musha" Carabajal, podrían llegar a interpretarla en el Vaticano antes de fin de año.

Y quien confirmó que la obra está lista fue Adolfo Marino Ponti, el "Bebe", reconocido poeta nacido en Quimilí y radicado actualmente en Buenos Aires.

"Quiero contarles que hemos terminado con Los Carabajal una obra integral dedicada al papa Francisco a través de la figura de San Francisco de Asís", contó "Bebe". Al referirse al contenido de esta pieza, Ponti remarcó: "La misma posee doce cantos que recorren poéticamente la vida del Poverello de Asís a través de ritmos nativos y finaliza con Inspiración, un vals dedicado al padre Jorge, nuestro Papa". El "Bebe" consignó que la obra integral dedicada al Santo Padre se llama Oración a San Francisco de Asís- Cantata Santiagueña. La misma encarna un renacer de la música nativa puesta al servicio de los grandes temas universales", aseguro.

La cantata contiene doce piezas, con poesía de Ponti y música de Los Carabajal, todas con ritmos esencialmente santiagueños y argentinos como ser vidalas, chacareras y zambas.

"Las letras tienen el objetivo de comprender en su totalidad la vida de San Francisco de Asís y la última pieza, un vals criollo, describe la Revelación del Santo de Asís en la figura de Francisco, nuestro Papa", destacó Ponti.

Los artistas santiagueños afirmaron que se encuentran conmovidos por la realización de esta obra.
Fte: El Liberal

lunes, 4 de mayo de 2015

Festivales: El Festival de Cosquín da a conocer una programación de lujo


Con 14 países representados en 60 films, el 5 Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín (Córdoba), que se realizará del 6 al 10 de mayo, dio a conocer su destacada programación. En las Competencias Internacionales (Largometrajes y Cortometrajes) se encuentran programados setrenos mundiales, latinoamericanos y nacionales. La apertura será con Charlie´s Country, del director australiano Rolf de Heer, y el cierre con Viaje al Centro de la Tierra, de Daniel Rosenfeld.

Se programaron 60 películas de Australia, Alemania, Brasil, Cuba, Francia, Inglaterra, Suiza,España, Chile, EE. UU., Polonia, Dinamarca y Argentina.

Las secciones Competencia Oficial Internacional de Largometrajes, Cortometrajes, ConcursoCortos de Escuela, Retrospectiva, Focos y Actividades Especiales son parte de la propuesta que el festival diseñó para esta nueva edición.

Este año, por primera vez, se dará inicio al festival con la proyección de una película internacional: Charlie´s Country del director australiano Rolf de Heer. Estreno nacional gracias al apoyo de la Embajada de Australia en Argentina.

La Competencia de Largometrajes será juzgada Gabriela Trettel, Iván Pinto y Paulo Pécora y estára integrada por Ein proletarisches Wintermärchen, del alemán Julian Radlmaier; A Vizinhança do Tigre, del brasileño Affonso Uchoa (Estreno internacional); Favula, de Raúl Perrone; La mujer de los perros, de Laura Citarella y Verónica Llinás; La Obra Del Siglo, de Carlos Machado Quintela; Los besos, de Jazmín Carballo (Estreno mundial); Mouton, de Mariane Pistonne y Gilles Deroo (Estreno nacional); No todo es vigilia, de Hermes Paralluelo; Un jeune poète, del francés Damien Manivel (Estreno nacional), y Victoria, de Juan Villegas.

Entre los cortometrajes se medirán 21,3 C, de Helena Wittman; Así me duermo, de Mariano Luque; Desde la marea, de Josefina Gill; Dia Branco, de Thiago Ricarte; Ejercicios del primer Campos, de Martín Emilio Campos; Éphémères, de Yaki Kawamura; Incendio/ Rescate, de Juan Renau; La hora del lobo, de Natalia Ferreyra; La isla, de Dominga Sotomayor y Katarzyna Klimkiewicz; Los patos salvajes, de Nicolás Quiroga; Me olvidé, de Teddy Williams; Muerte blanca, de Roberto Collío; Punto cero, de Michelle Gualda, y The Owls Have Grown as Big as the Half Moonm, de Maya Connors. El jurado lo integrarán por Eva Cáceres, Liliana Paolinelli y Santiago González Cragnolino.

Fueron seleccionados, además, 9 cortometrajes (80 enviados por convocatoria) para competir en Cortos de Escuela, concurso que busca brindar un espacio de proyección para las obras de los estudiantes y acercarlas al festival.

Los finalistas son Barrancas, de Nicolás Schujman; Durmiente, de Vinko Tomicic; El cuarto hermético, de Agustín Touriño; Esta es mi selva, de Santiago Reale; Fin de semana, de Ana Carolina Beltrán; La isla desierta, de Lautaro García Candela; La trama empieza, de Andrés Schinocca Cambiaso; Reina Sofía, de Micaela Ritacco, y Sinfonía Húngara, de Sol Denker y Emanuel Landivar. Los jurados de este apartado serán Federico Ambrosis, Julia Pesce y  Martín Iparraguirre.

La quinta edición de FICIC contará con una retrospectiva dedicada al director brasileño Adirley Queirós; se podrán ver largometrajes y cortometrajes: El blanco afuera, el negro adentro (2014), La ciudad es una sola? (2011), Días de Greve (2009,) Fora de campo (2009), Rap, o Canto da Ceilândia (2005).

Entre los Focos habrá uno dedicado al Film Noir con la proyección de  Adiós muñeca, de Dick Richards; Mientras la ciudad duerme, de John Huston, y Sombras del mal, de Orson Welles.

También habrá un espacio dedicado al cine cordobés contemporánea, en el que se proyectarán tres producciones recientes de la provincia mediterránea. Ellas serán: Miramar, de Fernando Sarquís; Todo el tiempo del mundo, de Rosendo Ruíz, y Una noche sin luna, de Germán Tejeira

En el apartado Planos y textos se verán Outlandish, de Phillip Warnell; Ming of Harlem: Twenty One Storeys in the Air, de Phillip Warnell; Guide Tour, de René Frölke, y Le beau danger, de René Frölke.

El sábado 9 de mayo se realizará la entrega de premios y luego se proyectará como cierre del festival la película argentina Al centro de la tierra, del realizador Daniel Rosenfeld. Por la tarde del domingo 10 se proyectarán las películas ganadoras. www.escribiendocine.com

domingo, 3 de mayo de 2015

Artaud, punto de partida para una reedición de vinilos del rock nacional de los '70

El álbum, con su formato original creado por Juan Oreste Gatti, será la punta de lanza de una serie de reediciones en vinilo del rock nacional a cargo de Sony Music y la distribuidora DBN.


Algunos pibes de mi generación pasamos de leer El Tony y El Super Ratón a "Heliogábalo o el anarquista coronado" y "Van Gogh, el suicidado por la sociedad". Es que terminábamos de comprar el último álbum del Flaco Spinetta, "Artaud". Eran tiempos en que ya nuestros viejos no agitaban el fantasma del avión negro de Perón, porque el viejo general había regresado definitivamente a la Argentina. Y era el nuevo presidente. La Masacre de Ezeiza cicatrizaba a través de las imágenes que habíamos visto en la redondeada TV meses atrás, sin entender demasiado eso de "la derecha peronista". Finalizaba 1973. El año del Viejo. El año del Tío. Y también el año del surgimiento del terror institucionalizado: nacía la Triple A. Y en medio de todo esto cerraba el año la aparición de "Artaud", un vinilo que el Flaco, con sólo 23 años, dedicaba al poeta y escritor maldito francés, con un puñado de canciones que asomaban sencillas en su apariencia y muy complejas en su relleno. Encima, el cartón que envolvía la joya era tan irregular que mi vieja siempre se lo llevaba puesto al pasar el escobillón por abajo del porta LP del tocadiscos. "A quién se le ocurre semejante idea", decía, maldiciendo al deforme sobre. La pobre no sabía que se trataba del mejor disco del rock argentino.

Ahora, el álbum, con su formato original creado por el diseñador Juan Oreste Gatti, será la punta de lanza de una serie de reediciones en vinilo del rock nacional a cargo de Sony Music y la distribuidora DBN, y que verá la luz a partir de la segunda semana de mayo. La serie dedicada a Luis Alberto Spinetta propone a "Almendra" (debut del grupo homónimo de 1969), "Pescado 2" (segundo disco de Pescado Rabioso 1972-1973), "Artaud" (editado bajo el nombre de Pescado Rabioso pero solista, de fines de 1973), "Durazno sangrando" (segundo del trío Invisible de 1975), "El jardín de los presentes" (último disco del trío, en 1976) y "A 18' del sol" (solista de 1977).

El mítico paralepípedo de "Artaud" evocaba la figura de un pez verde iluminado en el centro por un brillo amarillo. Y los memoriosos deberán recordar que los colores del pez, el verde y el amarillo, se explicaban en un tarjeta oculta en el interior del disco. "¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte, el verde, para la resurrección y el amarillo para la descomposición y la decadencia?", es la pregunta del mismo Antonin Artaud (contenida en una carta a Jean Paulhan, de 1937) que rescató Spinetta para poner en el sobre interno. "Artaud" se gestó en el momento en que Pescado Rabioso se esfumaba como grupo, y Spinetta pensaba en la conformación de Invisible, su siguiente agrupación. Es por ello que si bien el disco es atribuido a Pescado, la autoría pertenece pura y exclusivamente a Spinetta.

La oportuna reedición de "Artaud" y el resto de los discos lanzados originalmente en aquella década —esperanzadora primero y tremendamente oscura y nefasta después— es como una caricia al alma y a la eterna nostalgia. En lo estrictamente musical, qué se puede agregar a los kilómetros de columnas ya escritos. "Artaud", un puñado de grandes canciones que, encima, incluye a una de las mejores obras de la música argentina, "Cantata de puentes amarillos". El doble "Pescado 2" (a pesar de mi preferencia por el zeppeliano "Desatormentándonos", el debut de Pescado) es un bellísimo disco y tiene en sus filas a "Cristálida" ("Aguas claras de olimpos"), la mejor canción del Flaco hasta ese momento. También fue el disco en que David Lebón se sumó al grupo. En el recital de presentación del disco en el porteño teatro Astral, Lebón apareció sobre el escenario vestido de mujer y...

Los pibes de la barra en Bigand no se vestían de mujer, pero andábamos con largas camisetas al borde de los harapos, jean desgarrados, y aún imberbes pero con los cabellos colgando como nidos de cotorras. Entrábamos al club del pueblo a jugar al billar, con los vinilos de rock bajo los brazos, y entre ellos se distinguían los de Pescado, sobresaliendo el deforme cartón verde. Así, los despabilados de la generación siguiente nos nombraron "Los" Pescados Rabiosos, casi como un insulto o una tomada de pelo. Nosotros, como aceptando la ironía, le pusimos el nombre de Pescado Rabioso al equipo de fútbol que teníamos para competir en la liga comercial. La primera indumentaria fueron once estiradas y rotosas camisetas de dormir teñidas de naranja. En menos de un año teníamos la camiseta diseñada y hecha especialmente para el equipo, amarilla con vivos verdes, y el nombre Pescado Rabioso estampado orgulloso sobre el pecho. Con esa camiseta un año salimos campeones. www.lacapital.com.ar