La directora del teatro, profesora María Eugenia Morán
lamentó mucho que la gente no cuide lo que es suyo, las butacas y todas las
instalaciones que tiene la sala.
La directora del teatro 25 de Mayo, profesora María Eugenia
Morán expresó su preocupación por la gran cantidad de chicles que se encuentran
pegados en las butacas: "Cada lunes, después de los fines de semana con
espectáculos, los empleados del teatro se dan con esta mala imagen, sacar los
chicles de las butacas, que son nuevas, cada una cuesta 500 pesos y tienen que
durar mucho tiempo".
-¿Por qué cree que ocurren estas situaciones?
-Creo que la gente no piensa que ir al teatro es como ser
parte de una casa, donde todos cuidamos la limpieza. No vamos a misa con
sandwiches y gaseosas, no vamos al médico a comer. Creo que hay que usar el
sentido común y cuidar lo que el Gobierno viene haciendo en materia cultural.
-Además, el teatro está mejor que nunca…
-Sí, el teatro estuvo muchos años sin refacciones, hoy
tenemos telones traídos de Italia, butacas nuevas, todo está reluciente, los
pasillos, los baños impecables, todo brilla. No puede ser que después de cada
función de fin de semana, los lunes nos encontremos con esta situación que es
mala para todos.
-Máxime cuando el Gobierno invierte en cultura…
-Yo no soy política, todos saben que me dedico a la cultura,
pero hay que resaltar que este Gobierno le ha dado un giro total a la cultura
de la provincia. Tenemos que tratar de que las cosas que se usan queden
impecables para que todos las podamos volver a usar.
-¿En qué funciones se da esta situación de encontrar comidas
en las butacas?
-Pasa en las funciones de grandes, no pasa en las de niños,
es decir, se da en espectáculos de mayores. La gente se enoja cuando les
pedimos que no entren con comida en la sala, dándose una situación difícil
entre el espectador y el empleado. A todos tratamos con respeto, está de más
decirlo.
-¿Cuánto se tarda en sacar un chicle de una butaca?
-Los lunes sacamos únicamente chicles, nos lleva 30 minutos
para un chicle, lo hacemos con cepillos y trapitos y cuidando que el daño no
sea mayor a la butaca. Lo que pretendemos dando a conocer esto que nos preocupa
es hacer un llamado a la reflexión, porque Santiago ha cambiado. Lo que tenemos
vamos a conservarlo para mejorar cada vez más.
Si no podemos avanzar en esto y gastamos el dinero en sacar
chicles no se puede emplear ese recurso económico en otras actividades, como
ser en nuevas producciones o en una orquesta o en un coro propio. Reflexionemos
y tomemos conciencia, de que la cultura es para todos.
nuevodiarioweb
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